Jesús, tú has venido para darnos VIDA
y VIDA en abundancia.
Has revelado el amor infinito del Padre.
Has combatido el dolor de los hombres
y has elaborado sanamente tu sufrimiento.
Jesús, tú nos invitas continuamente
a sanear nuestras heridas internas
y las experiencias dolorosas de la vida,
haciendo de todo sufrimiento crecimiento.
Jesús, tú has venido para servir
y no para ser servido.
Haznos buenos samaritanos de quien sufre
y servidores de los demás.
Gracias, Jesús, nuestra resurrección,
porque das un nuevo hogar
a nuestro ser querido fallecido
y alimentas nuestra esperanza
para reemprender una vida
más humana y cristiana.
(M. Bautista)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Deja tu comentario, experiencia, testimonio